CADA COSA EN SU MOMENTO, Y SIEMPRE CON TRAJE!!

SIEMPRE CON TRAJE

CADA COSA EN SU MOMENTO, Y SIEMPRE CON TRAJE!!

“Si pudiese, iría siempre en traje”

Y no. Esto no lo ha dicho Barney Stinson –que perfectamente podría haberlo hecho, teniendo en cuenta que su frase de cabecera es “Suit up”– sino mi amigo José, el sábado pasado, mientras departíamos amigablemente durante un vermú que se extendió hasta altas horas de la madrugada (o sea, un vermú torero de toda la vida)–.

Y fue una afirmación que me hubiese encantado que fuese mía, y que comparto casi al 100%.
Puede que ni el tiempo ni las circunstacias hagan factible tal hecho, pero a mí me encantaría poder hacerlo.
Además, es que tengo las convicción de que con traje siempre se está vestido para la ocasión.

Muchos estaréis pensando ahora mismo eso de, “pues seguro que si vas a la playa, vas a pasar mucho calor”.

Pues sí, lo pasaría.
Pero lo haría si de esta manera consiguiese que aplicarais este mismo teorema a la hora de ir vestidos de ciertas maneras a ciertos eventos. Como ese cantante que sólo sabe decir “ole”, que va a una coronación descorbatado y descamisado (eso sólo lo hubiese podido hacer George Clooney. Y porque acabase de salir de la cárcel, tras robar el Bellagio).
Y es que hay veces que vais como para cogeros con pinzas.

¿Los espejos de vuestras casa los habeis comprado en un mercadillo de saldos de un parque de atracciones?
Uno puede a veces no haber elegido la ropa más adecuada y conjuntada. Pero es que hay gente que yo creo que elige qué ponerse haciendo girar la rueda aquella de “Diseña la moda“. ¡Por Dios!
Lo primero que debemos conocer de nosotros mismos, son nuestros puntos débiles. Así conseguiremos que por lo menos no sean demasiado evidentes.
Extrapolemos a este terreno aquella gran frase que dice “Es mejor estar callado y parecer tonto que abrir la boca y demostrarlo”.

Magnífico Margarito, en su último post, “Algunos hombres dignos”, comenta que algo exigible a un caballero es,
no llevar pantalón corto aunque estés deshidratado en el mismo núcleo de la tierra…”.
No seré tan tajante en tal afirmación, porque sí soy de pantalón corto en verano para ciertos momentos. Pero sí soy poco amigo de ellos.
Y más aún de esos que no son ni cortos ni largos, sino que simplemente parecen que les han cogido mal el bajo.
Las bermudas para todo, sólo en la isla que le da nombre a la prenda. Y además, allí los caballeros las llevan con medias hasta la rodilla.
Así que si no vais así, tampoco vale (que os pongáis salacot, como claro indicativo de colonia británica que es,  sería ya para nota).

Y es que con la llegada del buen tiempo, dejamos aflorar nuestros peores estilismos en post de la comodidad mal entendida. Los cuales nos pueden llevar a mostrar más carne de los que los ojos humanos pueden, y deben, ver.

A ver, no es que quiera decir con esto que hay que tener tipazo de modelo de revista para poder llevar prendas cortas y/o ajustadas, sino que simplemente, si te cuelgan más carnes que las que hay en la cámara frigorífica de un matadero, ¿no sería mejor no llevarlas tan a la vista?

Sí, les hay que porque como son muy rebeldes, muy modernos, muy “a la última”, o lo que quieras, se ven en la necesidad de romper con los formulismos sociales que les oprimen y no les dejan expresarse. Y visten con lo primero se les pasa por la cabeza, y de maneras llamativas –aunque también es verdad que todos sabemos que los más casuales, son los que más tiempo están pensando en cómo vestirse–.
Pero es que de esos hay cuatro contados a los que les quede bien. Al resto de humanos, os digo, que los experimentos mejor con gaseosa.

No es que quiera dármelas de entendido en maneras de vestir, ni convertirme tras esto en un blogger de moda, sino que simplemente, y como bien he dicho al principio, un buen traje siempre nos va a sacar de muchos aprietos.
O es que acaso hace falta recordaros, cuando vais de boda, la de veces que os dicen:
“¡Pero qué guapos estais los hombres con traje!”
Y no me refiero a las veces que te lo dice tu madre, que por descontado te lo dice –y que también lo haría aunque estuvieseis en calzoncillos, y fueseis el novio–, sino a todas las mujeres con las que puedes coincidir en ese día.

Por cierto, y por favor, aunque sé que no me vais a hacer ni puñetero caso. En las bodas nunca hay que quitarse la levita del chaqué o la chaqueta del traje.
¡Cary Grant nunca lo haría!

 

Besos para ellas y un abrazo para los demás.
Se os quiere y lo sabéis.

P.D.: Por cierto, bajo a la playa con camisa y mocasines, por si a alguien le interesa.

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Comments (3)

  • Navas Reply

    Jajajaja!!! Qué grande!!! Confieso que a veces me pruebo trajes en tiendas para el piropo ajeno…pero no se lo digas a nadie…jajajajajaja

    25/06/2014 at 7:41 am
    • Paty Reply

      Navas, crack!!
      Ya te estoy viendo saliendo del probador:
      “Señorita, me queda bien??”
      “Perfectamente, caballero. Está usted hecho un dandy”

      25/06/2014 at 10:28 am
  • Navas Reply

    “asín” es!!! Jajajajaja

    25/06/2014 at 8:45 pm

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