CON ESTAS LETRAS, YO TE DESPOSO (2º PARTE)

CON ESTAS LETRAS, YO TE DESPOSO (2º PARTE)

CON ESTAS LETRAS, YO TE DESPOSO (2º PARTE)

Seguimos con las aventuras y desventuras que se viven en un boda.

El otro día nos quedamos en la puerta de la iglesia, instantes antes que se produzca uno de los fenómenos a estudiar en la nave del misterio, o en su tiempo, por Paco Lobatón.
La desaparición de los novios y los invitados.

Sí, suele haber autobuses que nos llevarán al lugar del convite, pero esos por algún extraño motivo, suben vacíos.

Una parte se ha ido a tomar una caña para aplacar el calor que casi siempre se suele pasar en las iglesias –producto, sin duda, de la emoción que embarga a los allí presentes–.

Por otro lado, el “amigo Belcebú” de quién ya hablamos en la primera parte, ha reclutado más gente para sus huestes. Y el bar en el que antes se encontraba solo, se ha llenado de discípulos de Mefistófeles, que ya han dejado libre a esa parte malvada que aflora en las bodas, y que sólo quiere ingerir grandes cantidades de alcohol como si no hubiese mañana, y a los que esperar a que le den un vino o una cerveza en el convite, les supone una tortura mayor que leer la biografía de Belén Esteban.

Y luego, los novios… Dónde están los novios??
Eso sólo lo saben los fotógrafos. Que en su afán de ser originales, se están quedando sin sitios donde llevar a la feliz pareja, que no sean los típicos parajes de álbum fotográfico. Y son capaces de hacerles subir el monte Sinai para conseguir esa instantánea exclusiva.
Ha habido sesiones de fotos tan largas, que se han llegado a cursar órdenes de busca y captura por secuestro.
Dejadles tranquilos, por Dios, que ellos también quieren disfrutar de la boda!!

Así que de forma escalonada, van llegando todos a al cocktail, ágape, aperitivo, o como quieras llamarlo, que consiste en comer croquetas, jamón y todo aquello que se van inventando los cocineros dependiendo de las modas.
Yo soy muy fan de esta parte, porque todavía haces lo que te da la gana, con la mente lo suficientemente despejada para no hacer el ridículo, pero lo ligeramente alterada como para desinhibirte y dar un poco de rienda suelta a tus más bajos instintos.
Además, actualmente, los menús son tan suculentos y extensos, que perfectamente podrías cenar.

Pero no, la cena (o comida si  ha sido boda de día), hay que hacerla…. Hay que hacer girar las servilletas en el aire…
Nooooooo, por Dios!!
Eso no se hace, es horrible, horroroso y espantoso.
Pero bueno, producto del vino, dejaremos que cada uno haga lo que quiera, porque al fin y al cabo, un día es un día.

En la cena, además, es momento de demostrar que sabemos para que sirve cada cubierto, qué pan es el que nos corresponde (siempre miras al de al lado a ver cuál ha cogido él, así que si el primero la lía, se producirá un efecto dominó, y todos comeremos el pan equivocado). Y sobre todo, dejar claro que los langostinos/gambas/cigalas y los espárragos, se pueden comer directamente con los dedos. No pasa nada.
Eso sí, dos o tres a lo sumo, no con toda la manaza.

También en esta parte llegará el momento de los discursos de agradecimiento, de los vídeos con fotos de los contrayentes (risas, lloros. Más risas y más lloros). Y de que si tienes un amigo a quien quieres putear, le hagas salir con un micro a hablar de los invitados. Muchos de los cuales igual ni conoce ni ha visto en su vida, para algarabía de los allí presentes y vergüenza ajena del pobre infeliz.
(Raquel, Isaac, gracias… Preparaos para lo que os mandaré, si Dios quiere, en mi boda…)

Y por supuesto el otro gran momento… Cortarán la tarta con espada??
Yo personalmente, sería capaz de cortarla con una navaja oxidada de Albacete, que con una espada donde se pudiese leer “Recuerdo de Toledo”, pero bueno, esto también lo dejamos a gusto del consumidor, porque ya sabéis aquello de que en la variedad está el gusto.

Y como creo que también se ha hecho esto un poco largo, y el baile da mucho de sí, vamos a dar por finalizada aquí la segunda parte de la ya decidida trilogía de las bodas.

 

Besos para ellas y un abrazo para los demás.
Se os quiere y lo sabéis.

CON ESTAS LETRAS, YO TE DESPOSO (1º PARTE)

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