EL MUNDO SE ESTRECHA

“Las marcas de ropa han organizado un complot contra mí, Larita!!”

A esta deducción llegamos el pasado viernes mi amiga Lara y yo, tras comprobar –a pesar de sus amables palabras para convencerme de lo contrario–, que gracias a mi esbelta figura, en la camisa que llevaba el otro día, iba completamente embutido. Como cualquiera de las cañas de lomo de Sánchez Romero Carvajal.

Y es que de un tiempo a esta parte, sí es cierto que me he aficionado a una comida menos sana de la que debería. Que mi ajetreada vida me lleva a pasarme el día sentado en una silla delante de un ordenador. Y que esa actividad la alterno, los fines de semana, con otra que me lleva a estar de pie, como una estatua romana, durante cinco horas seguidas.
Aunque esto nunca había sido problema para nadie, hasta que alguien decidió inventar la ropa slim fit.

¿Acaso es necesario que toda la ropa tenga que ser así?
De acuerdo que está bien por una parte, porque así se puede obligar a que los tipos sedentarios como yo nos demos cuenta de que no debemos caer en la dejadez física.
Pero, ¿no hacen, por ejemplo, los dispositivos electrónicos cada vez más fáciles de usar? Promoviendo así que nuestro cerebro esté llegando a unos niveles de vagancia peores que la mía a la hora de afrontar una rutina de ejercicios
Dadnos un poco de margen a los que tenemos el torso con forma de triángulo… ¡Invertido!
También nos merecemos poder llevar ropa que no tengamos que haber comprado obligatoriamente en El Triunfo, de López Gómez.

Y es que ya no sólo las camisas son slim-fit, sino que hay más prendas así. Por ejemplo, los pantalones.
De la punta de los dedos hasta el tobillo todo va de maravilla, pero ay amigo cuando empiezas a llegar a los gemelos… O tienes la pierna con el diámetro igual de lineal que un espagueti, o puede que se te gangrene por falta de riego sanguíneo.
Ya estoy viendo los calcetines slim fit, y en unos años, todos con los pies reducidos como los de las geishas.

Así que, por favor, hago desde aquí un llamamiento a quien me pueda leer del mundo de la moda, para que vuelvan a hacer camisas (y ropa en general) para todos aquellos que no hacemos crossfit, running, spinning, y cosas así, en nuestro tiempo libre; sino que somos más de oír musiquing, ver peliculing o simplemente tomar cervezas con los amiguisfit.

Besos para ellas y un abrazo para los demás.
Se os quiere y lo sabéis.

P.D.: Lara, Primi Carla,  espero ir recordando todos los temas que fuimos proponiendo para hacer posts, porque del calor, se me olvidaron… Bueno, del calor, ¡o de lo que fuese!