LAS CAMISETAS SON PARA EL VERANO

LAS CAMISETAS SON PARA EL VERANO

LAS CAMISETAS SON PARA EL VERANO

Tantos años vistiendo camisas inmaculadas, y resulta que lo que realmente mola ahora es llevar camiseta.

Tras dos findes con cambio de look, he llegado a esa conclusión en vista de los comentarios recibidos (a los que llamaría piropos si no fuese porque es más que probable que no lo fuesen más que en mi propio imaginario).
Así que como de los errores se aprende, habrá que ir poniendo remedio a esto, y modernizarme en la medida de lo posible.
Peeeeeeeero, porque siempre hay un pero, tenemos un problema. No tengo más que dos camisetas. Y una de ellas puede que tenga unos 15 años.

Vale, soy un poco exagerado, porque tengo más. Pero el resto son de esas que te dan en los bares. Y que no sirven más que para darles una vida que incluya ser usadas para dormir, antes de convertirse en trapos para limpiar el polvo.

Pero, ¿Cuándo dejé de usar camisetas de forma habitual?
Es probable que cuando dejé de tener tipín de surfista. Y que, por lo tanto, para lo único que servía la camiseta era para presentar en sociedad a las incipientes lorzas que se empezaban a intuir, y que poco a poco fueron formando parte de mí.
Este momento coincide en el tiempo con cuando decido no comprarme ya nunca más un chándal, a pesar de carecer de él (que a la vez coincidió con mi súbita aprensión a realizar cualquier tipo de ejercicio físico de manera continuada o premeditada, fuera de alguna que otra pachanga con los amigos)–. Curioso, ¿verdad?

Por lo tanto, tengo que empezar a pensar en irme de compras –¿alguien que se anime a acompañarme para no dar demasiada impresión de ser el tío que está más solo del mundo?– para conseguir alguna camiseta más que me haga, ya no sentirme moderno, que no lo seré nunca, pero por lo menos no parecer el padre de todos.

Eso sí, como tampoco soy yo mucho de cambios radicales, encima de la camiseta, una camisa. Eso sí Aunque , desabrochada por completo, consiguiendo un look informal, pero elegante, y a la vez conseguir justamente no pecar de aquello que denuncio verano tras verano, que no es otra cosa que, ante la llegada del buen tiempo, barra libre para enseñar todas nuestras vergüenzas en forma de carne colgandera u oprimida, intentando escapar de nuestra ropa cual Willy la Orca.

 

Besos para ellas y un abrazo para los demás.
Se os quiere y lo sabéis.

P.D.: ahora me diréis que tampoco se llevan ya lo chinos ni los naúticos de Camper…. Queréis acabar conmigo, y ya no sabéis cómo!!

*transcripción casi exacta de este texto, por cosas del señor SEO:

Las_camisetas-1

Las_camisetas-2

(Visto 150 veces)

Comparte este post

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

MÁS COLUMNAS