TRAS UN AÑO EN LOS 40

No, no son los nuevos 30, y tampoco querría que lo fuesen.
Los 40 son eso, los 40. Con sus pros y sus contras.

Empezaron llenos de baches (tengo una serie de post de hace casi un año, demoledores), pero he de reconocer que están acabando realmente bien.
Me han traído, por fin, una forma de ser y actuar que creo que me va a venir bien. Un sentimiento de estar haciendo las cosas de manera correcta, muy reconfortante (Lara, ¿será verdad que es porque he llegado a la madurez o por estar en modo zen?).

Hay gente que encuentra su fin y su meta muy pronto.
Otros en cambio paladeamos primero muchas cosas antes de saber lo que realmente nos gusta. Y yo me he pasado 40 años probando muchos menús, porque no encontraba aquel que me dejase satisfecho casi en plenitud – creo que no hay plenitud absoluta, ni quiero que sea así, porque siempre hay que tener un motivación por algo o alguien–.

Por primera vez en mi vida he pensado, en más de una ocasión, primero en mí que en los demás. Incluso alguna vez sólo en mí, sin pensar para nada en los demás. He sido un egoísta, contradiciendo todos los principios en los que siempre me he basado, y he de decir que no me he sentido culpable.
También quiero puntualizar, porque además sabéis los que me conocéis que es verdad, que lo he sido siempre que mi actitud no causase perjuicio a nadie. Simplemente he hecho cosas que no he acompañado con la frase “pero y si…”.

Apostamos fuerte, aún con muchas posibilidades de perder, y resulta que salió ganador.
Como diría cualquier concursante de TV, “aquí hemos venido a jugar”.
Winner winner chicken dinner!!

Caruso, música, trabajo, bodas, mujeres y Aquarius. Bicicleta, otra vez Caruso, otra vez bodas, pocas mujeres más… Más música!! Sangenjo!! Chacales, Drink Team, notas de voz y Markniac. Bowers & Wilkins, Technics y un Rega. El náutico de Camper y camisas bien planchadas. Springsteen, Macca y RHCP. Sidecars, Quique González y Morgan. 11 kilos menos. ¿Quién quiere Twitter? El despertar de la fuerza y de nuevo Mad Men. Valladolid-Bruselas.
Y por supuesto, todos mis amigos y mi familia, que siempre están ahí después de estos estupendos primeros 40 años.

Besos para ellas y un abrazo para los demás.
Se os quiere y los sabéis.