Y DE LA NADA ALGO APRENDIMOS

Acabo de estrenar nueva imagen en el blog, y quería celebrarlo con una nueva entrada. Pero he visto que no tenía nada sobre lo que escribir –qué contrasentido, con la de cosas que pasan hoy en el mundo, eh!!–.
Y que además los post que tengo a medio acabar, o a medio empezar que diría un pesimista, no me motivaban lo más mínimo.

Así que he decidido hacer lo que hacen los valientes. Enfrentarme a una hoja en blanco; de frente y sin escudo. Con la cabeza vacía, pero con ganas de hacerla funcionar para que me de algo, aunque sea para salir del paso.

Según he empezado a escribir, estaba sonando de fondo mi adorada “Rhiannon” de mis no menos adorados Fleetwood Mac. Que es una historia, como dice siempre Stevie Nicks, “…about a Welsh witch”.
Así que ahí he encontrado dos posibles temas: las brujas y la propia Stevie.

Sobre brujas, poco sé. Dado que si me sacas de las de Eastwitck, Samantha de Embrujada y las de Salem, sólo me quedan las que viven a nuestro alrededor. Y que no lo son precisamente por hacer magia. Así que dado que este es un blog en el que impera el buen rollo y las buenas maneras, no me veo capacitado para hablar mal de nadie. Y menos aún, y permítanme la cursilada, de una mujer.

Por lo que me queda Stevie…
Pero como me da que a la mayoría, las andanzas de esta buena mujer, mejor cantante, y un icono para mí,  ni os va no os viene, me encuentro otra vez como al principio, sin nada sobre lo que escribir.

Pero mirad, hemos llegado, como es habitual en mí, a la música.
Aquí estoy cómodo, porque es algo de lo que sé un poco. Pero que sobre todo, es algo de lo que me gusta hablar.

Además, hoy se cumplen 45 años de ese concierto que se dio en una azotea, sita en el número 3 de Saville Row, Londres.
Y que lo dieron, ni más ni menos, que The Beatles, The Fab Four, Los Cuatro de Liverpool, o como queráis llamarles.
Así que me han venido a la mente, de manera automática y salvando las distancias, Los Brincos y su “Mejor”.

Deberíamos escuchar más a los grupos españoles de esa época, de verdad. Hacedme caso. Tienen unas melodías y unas armonías, que más de uno de los que ahora quisiera.
Y escuchar a Raphael, tan de moda en estos días por ser cabeza de cartel, ni más ni menos que del clásico Sonorama –festival de culto en España–. Pero no al Raphael de “Mi gran noche” o “Escándalo”, si no al de “Cuando tú no estás”, “La quiero a morir” o el clásico “Yo soy aquel”.

En días en que Leiva ha sacado nuevo disco y está arrasando. Que “Emborracharme” de Lori Meyers se repite una y otra vez en mis sesiones. Y se hacen macro festivales de música independiente, yo os invito a que escuchéis a Julio Iglesias, a Gloria Lasso, o El Dúo Dinámico.
Seamos chovinistas. Compremos lo nuestro, que para eso lo tenemos.

Ahora mismo habrá una parte de lectores que estarán pensando que estoy loco y no me harán caso. Pero con que uno solo escuche, por ejemplo, “Un sorbito de champagne“, de los antes mencionados Brincos, me conformo.

Prometo que en unos días, os hago una lista de canciones en castellano que yo considero imprescindibles para conocer la música española, que aunque no os lo creáis, no nació en la archiconocida Movida Madrileña.
E incluiré en ella, porque no podría pasarlo por alto, toda la música que llegaba desde Sudamérica, con Los 5 Latinos, Los Panchos o Antonio Machín a la cabeza.

Y hasta aquí hemos llegado por hoy.
Ya sé que éste no es un post de los habituales. Pero mira, tomémoslo como algo de lo que podemos aprender, aunque sea, “simplemente” de música.
Lo he escrito con todo el cariño. Aí que espero que aunque sólo sea por eso, lo valoréis un poquito.

Besos para ellas y un abrazo para los demás.
Se os quiere y lo sabéis.

P.D.: me dispongo a ver Tu cara me suena, que aunque no os lo creáis, es con diferencia, el programa con mejor música de la TV.