NO HAY MEJOR OPINIÓN QUE LA NUESTRA

Mira que nos gusta leer cosas que nos dan consejos.
Que nos dicen qué beber y qué comer. Que nos dicen a qué locales tenemos que ir, qué días y a qué horas.
Algunos incluso nos pretenden decir cómo tenemos que encontrar a la mujer de nuestra vida. Porque ella está esperando sentada a que lleguemos, y sólo va a reaccionar si ejecutamos, de cierta manera, una serie de movimientos y acciones.

Nos encantan esos textos que nos animan a seguir, a no desfallecer nunca, a pelear hasta la extenuación. Aquellos que nos animan a perseguir nuestros sueños hasta conseguir que se hagan realidad.
Porque por supuesto, si seguimos estos consejos, nos convertiremos en personas de éxito, y con un atractivo que ni el mismo Rubirosa igualaría.

Anda que…

A este paso se nos va a olvidar vivir nuestra propia vida, por vivir la que nos están dictando unos cuantos.
Los cuales, a lo mejor, lo mas cerca que han estado de vivir una aventura como las que nos cuentan, ha sido justamente en el momento en que se les ha ocurrido (o nos la contaban en vivo, que no me refiero simplemente a lo que leemos).

Y es que ahora, gracias a todas las redes sociales que nos rodean, podemos comprobar lo listos, inteligentes, glamurosos y cool que son las personas que están a nuestro alrededor.
Esta mañana, por ejemplo, el gran «Inacio» Urrutia se sorprendía al ver que tras fallecer un psicólogo, todo su TL le conocía.

Por supuesto, me gustaría saber cuántos realmente le conocían minutos antes de haber entrado en la Wikipedia para echar una ojeada.
Y no es que en este caso en concreto tampoco fuese muy complicado saber por lo menos de oídas quién era, por la clínica que lleva su nombre. Pero me encanta comprobar lo que sabemos todos de todo. ¡Pero de TODO, TODO!

Que sí, que soy el primero que echa ojeadas a la wikipedia (o cualquier medio de información que me sea de ayuda) cuando no sé algo. Pero no por eso, y tras leer lo que estoy intentando averiguar, me convierto en un versado en el tema, como se convierten muchos.

Con lo que mola equivocarse de vez en cuando y así aprender para la siguiente. Lo agradable que es muchas veces dejarse ayudar cuando no sabemos hacer algo que por mucho que lo intentamos, no conseguimos lograr. La satisfacción que produce hacer algo bien, cuando anteriormente no lo hicimos de forma correcta.

Si no supiésemos lo que está mal, ¿cómo íbamos a saber lo que está bien?
Si no supiésemos lo que nos hace daño, ¿cómo sabríamos apreciar lo que nos reconforta?

En esta vida hay que experimentar en la medida de lo posible. Tampoco hace falta vivirla como si siempre fuese el último día, porque va a haber una ocasión que esa premisa se convierta en cierta. Pero sí disfrutar de ella con sus errores y sus aciertos.
De verdad os lo digo, porque si hay algo que tengo claro, es que de todo se aprende.

Y con esto no quiero decir que dejéis de leer, ver o escuchar todo lo que os guste, y que tan buenos momentos nos hace pasar. Dado que yo –de nuevo– soy el primero que lo hace, y bien alto lo digo.
Pero sí que os recomiendo que le deis más importancia a vuestra propia opinión, porque estoy seguro que es mucho más valiosa de lo que nosotros mismos nos creemos.

Besos para ellas y un abrazo para los demás.
Se os quiere y lo sabéis.