UNA MAÑANA DE SÁBADO EN VALLADOLID
Hace ya una porción generosa de tiempo, porque en mi vida ya nada ha sucedido ayer, escribía un relato de ficción situado en La Rochelle (lo podéis leer aquí). Bueno, pues resulta que mi mañana de sábado, con ciertas salvedades, fue igual a la de mi relato de ficción. Marcel, el dueño de la...