FELIZ 2025… CREO

Reconozco que estoy escribiendo esto para cumplir cuota.
Esa que me dice que llevo publicando por lo menos un post al mes durante los últimos 11, casi 12, de los 15 años que tiene de vida este blog.
Y no quiero que se rompa la racha.

Además siempre confío en estos que empiezo sin saber muy bien qué decir. Con ideas inconexas apuntadas, como que me sigo emocionando cuando veo ET. O que estos últimos dos meses y medio no han sido los más fáciles de mi vida. E incluso que «una chica de 16 años lo sabe todo».
Sigo sin saber en qué pensaba cuando apunté esto, aunque sigo estando seguro que es cierto. Sobre todo comparado con un chico de esa misma edad (que sería la idea primigenia para haber escrito esa pequeño aforismo).

A algunas de esas ideas, que iban a ser segunda parte de otras ya escritas, les han salido una tercera parte incluso.
Desde que escribí que me hacía mayor porque me gustaban las pasas, una segunda parte me rondaba la cabeza.  Y sin haber escrito aún esta, ya tengo el epílogo preparado: «Te haces mayor cuando tienes que pedir que descorchen las botellas de sidra».
Tempus fugit.

Con todo esto debería crear algo, pero ahora mismo no estoy capacitado para unir estos puntos tan alejados los unos de los otros.
Así que diré que a todos los une las ganas que tengo, a pesar de todo, de seguir escribiendo. Y que aunque cada vez me cueste más hacerlo, en mi fuero interno mi cabecita sigue pensando en que lo tengo que hacer.

Sigue pensando que todavía voy a ser capaz de escribir un texto mejor que los anteriores, aunque las posibilidades de hacerlo sean cada vez más remotas. Entre otras cosas porque a pesar del comentario habitual siempre que apelo a la edad para conseguir algo, no soy el Coronel Sanders que fue capaz de crear KFC a una edad más que provecta. Lo más cerca que estoy de él es cuando me dejo bigote señorial de vez en cuando.
Así que dado que yo mismo descarto la idea de conseguir algo mejor, puedo decir que escribo porque todavía me lo pedís cuando me veis. Creo.

Por cierto, y ahora que lo leo, el uso del “creo”  al final de una idea transmite inseguridad hacía los demás de parte de quien lo pronuncia.
Para mi desgracia soy muy usuario de él (ahora me explico muchas cosas), en comparación con otros a los que jamás se lo he oído decir.
Aunque en mi descarga diré que mi «creo» conlleva dar un altísimo porcentaje de fiabilidad a la frase que le precede, frente a otros que no lo dicen nunca y cuya veracidad es bastante más baja.
Nunca me he sabido vender bien, lo sé.

Así hemos llegado al final del post, y casi del año. Otro más. Uno que por acabar en 4, que siempre consideré mi número de la suerte, pensé que iba a ser excelso y no lo ha sido tanto (o sí, según cómo se mire). Y en el que he dejado sin desarrollar estas ideas y algunas otras.
Tendrá que ser en el que empieza en unas horas donde resuelva los entuertos sobre si es cierto que una chica de 16 años lo sabe todo o si me hago mayor por no poder descorchar una botella de El Gaitero. Creo…

¡Feliz Año nuevo!

Besos para ellas y un abrazo para los demás.
Se os quiere y lo sabéis.