LUEGO DICEN DE LOS MURCIÉLAGOS
Luego dicen de los murciélagos, pero esta mañana he sido testigo de un nuevo sistema de radar que ríete tú del que usa el ejército americano tras el 11-S.
No es, ni más ni menos, que el que tienen las mujeres al entrar en una tienda de ropa y complementos.
Es poner un pie en ellas, y cada una se dispersa hacia una zona distinta de la misma.
Pero eso sí, sabiendo en todo momento donde está la otra. Y si hace falta pedir opinión sobre algo, zas, se encuentran de forma casi automática. Apareciendo de la nada, y siempre con la opinión de peso, a pesar de haber dispuesto de unos únicos segundos para crearla.
Estáis conectadas a una red telepática a la que no podemos acceder los hombres, ¿verdad?
Esto lo he observado desde mi postura de museo (véase, manos en la espalda, paso lento –casi cansino– y mirada escrutadora sobre la zona a observar), durante la mañana de asueto que he compartido con unas buenas amigas a las que he acompañado en sus quehaceres diarios, previos vermú, que era el plato fuerte del día.
Lo dicho, los murciélagos unos simples aficionados.
Besos para ellas y un abrazo para los demás.
Se os quiere y lo sabéis.
Comments (2)
rachel, por si algún día lees esto, no te resulta familiar la situación?
Cuatro años después, puedo casi dar por hecho, que Rachel no va a leer esto… Una pena!!