CARY GRANT NUNCA LO HARÍA
¿Y el qué?, os preguntaréis.
Pues escribir este post que me dispongo a comenzar. Y que habla de lo autodestructivo que es el ser humano.
Pero tranquilos, que no me voy a poner trascendental intentando arreglar el mundo, dado que para eso ya hay otros blogs de opinión e ideas, con más peso que el mío.
Solo voy a hablaros de lo que nos gusta flagelarnos cuando nuestro alma esta triste. Y más cuando son temas amorosos los que nos atormentan.
¡Y Cary Grant no lo haría!
Primero, porque los ingleses, gracias a esa flema que Dios (y por supuesto The Queen) les ha dado, no se pueden permitir que sus sentimiento se impongan a su compostura. Pero, y esto es lo más importante, el señor Grant no lo haría, ¡porque no conocía a Los Secretos!
Nadie que no tuviese el corazón de acero se podría resistir a adentrarse en su propio sufrimiento al oír las letras que escribió para nosotros Enrique Urquijo.
Además, ¡qué bestia el tío!
Todas y cada una se basan en lo que nos está pasando a todos y cada uno de los que las escuchamos.
Y como las bellas y tristes canciones del compositor madrileño, otras tantas más, de autores patrios y de allende los mares.
Mientras escribo he decidido que sólo me centraré en canciones, dejando las películas para otra ocasión (bendita Love Actually).
Aunque ahora me queda pensar si hablaré sólo de canciones españolas o también en cualquier otro idioma. Porque eso es lo bueno de la música. Puede que no estemos entendiendo ni Pamplona de lo que nos están contando, pero lo sentimos.
Lo que está claro es que cuando pasamos por esos momentos en los que estamos tristones, tendemos a regodearnos en nuestro propio dolor mientras escuchamos canciones cortavenas. Como diciendo, “Ya que me hundo, que sea hasta el final. Para así ya simplemente poder nadar hacia arriba”.
La gran parte de las veces no vale para nada, no nos engañemos.
Pero mira, una cosa podemos sacar en claro. Y es la de de bonitas –y buenas– canciones que hemos conocido gracias a nuestras propias miserias.
Por supuesto esto es una lista que a mí me recuerda mis propios momentos. Aunque estoy seguro que más de una de las canciones que la componen también significarán algo para vosotros.
Espero que nunca tengáis que escucharla. Pero si algún día fuese necesario hacer uso de ella, que os guste.
Y sobre todo, os ayude. Aunque sea a disfrutar durante unos minutos de la música.
La lista:
Cary Grant nunca lo haría
Besos para ellas y un abrazo para los demás.
Se os quiere y lo sabéis.
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