DE NUEVO TOP GUN

«Top Gun en Movistar» me dice mi amigo Coté hace aproximadamente dos horas.

No soy capaz de resistirme. Y aunque justamente Movistar es lo único que no tengo, la rescato de la colección de Bluray, y me pongo a verla; que para eso hoy he empezado mis vacaciones.

Ya sé que he hablado de ella varias veces, por lo que puedo resultar un poco repetitivo. Pero entre las ventajas que tiene escribir sin un yugo opresor de ningún tipo, es que me puedo permitir este tipo de dispendios.
Así que he buscado «You`ve lost that loving feeling» en Spoty (sí, también escucho Spotify de vez en cuando, que para eso lo pago), he puesto la radio de la canción, y me he sentado a descargar mis energías aquí, a falta de poder hacerlo en «Algún lugar de Miramar (California). En la actualidad«.

Es de esas películas que me quitan 30 años de un plumazo. Porque aunque cuando se estrenó era todavía un preadolescente, su impronta perduró muchos años más.
Tantos que abarcó mi adolescencia, mi primera juventud, mi segunda juventud, mi tercera… Vamos, que ha llegado hasta el día de hoy.

Si es que es verla, y me entran ganas de jugar al voley playa, coger la Kawa GPZ900 y beber agua sin gas con mucho hielo.
Y eso que de las tres cosas, la única cercana a mí sea el hielo que hay en ese vaso, y no precisamente para acompañar al agua.

Pero da igual, lo que sea con tal de sentirme como Maverick y Goose. Todo sea por sentirme de nuevo como un adolescente con las hormonas como locas.
Y no precisamente por la llegada de la primavera, sino por ver mujeres como Charlotte Blackwood («nombre en clave, ‘Charlie‘» ) en la gran pantalla. En una época que la que no las llamábamos MILF, MQMF, ni cosas parecidas, sino simplemente «Buenorra».
Así éramos de alocados!!

Y es que ¿quién no ha querido ser el más chulo de la clase?
Porque eso era Maverick. El más chulo de la clase. Y además no precisamente de una clase del colegio San José de Valladolid, sino de lo que la Marina llamaba Escuela de Instrucción de Combate (y los pilotos llamaban… Top Gun).
Algunos lo conseguían. Otros eran Iceman, su némesis en chulería. A algunos incluso les valía ser Hollywood o Wolfman, porque qué sería de la vida sin buenos secundarios.
Había papeles para todos!!

Además me he retrotraído más que nunca. Porque hoy, justamente hoy, solía ser el día que nos daban las vacaciones, en la época en que esta película significaba tanto para nosotros.
Y al pensar en aquellas vacaciones me he acordado que también era la época en la que ya se vislumbraba el buen tiempo, con todas sus consecuencias físicas y químicas en el interior de los cuerpos. Y se empezaban a usar, algunos días, los Castellanos sin calcetines (cuando usar los zapatos sin calcetines significaba eso, que había llegado el buen tiempo, y no como ahora, que no llevarlos con -4 en casi cualquier provincia de Castilla, lo más que indica es que te puede dar una apoplejía el día menos pensado).

Así que larga vida a Top Gun. Y recordad que nunca dejaremos de necesitar… Velocidad!!!

Besos para ellas y un abrazo para los demás.
Se os quiere y lo sabéis.