NUEVAS COSTUMBRES DE VIEJOS TIEMPOS

NUEVAS COSTUMBRES DE VIEJOS TIEMPOS

NUEVAS COSTUMBRES DE VIEJOS TIEMPOS

Me gusta recuperar viejas costumbres. Más bien diremos que son nuevas costumbres con viejos amigos.
Una caña con los de siempre, todos los jueves, a eso de las 7:30 de la tarde, es una de las mejores cosas que se puede hacer.

Y está claro que cuando hay buena voluntad y ganas de hacer algo, se hace.
Las excusas sólo sirven para justamente lo contrario, y pido perdón por haber usado una, dos, y doscientas en mi vida. Pero también eso es parte de la condición humana.
No siempre tenemos el mismo ánimo, ni la misma predisposición. Ni siquiera, a veces, la mayor de las motivaciones es suficiente para llevar a cabo un plan propuesto.

Así que admiro a esas personas que siempre están dispuestas a todo. Aquellas personas a las que cualquier plan que se les propone les parece bien.
Y es que además no lo aprueban por desidia o complacencia, sino que tienen claro que de cualquier situación se puede extraer el mejor de los elixires. Y por qué no va a ser  esa de la que saquen  la más pura hidromiel.

Yo, la verdad, es que cada vez me he vuelto más perezoso para hacer ciertas cosas.
La edad, seguramente, sea uno de los motivos. O la repetición continuada de lo mismo, que me acaba cansando. O simplemente es que paso de hacer algo en determinados momentos.

Aunque a veces pienso si no sería posible que la culpa no fuese mía. Que lo que me proponen no me colma porque mis inquietudes, al igual que mi peso, han cambiado con el tiempo. Y lo que antes me parecía interesantísimo, ahora me parece tedioso.
Tal vez podría ser que el escenario no sea el que me corresponde, y no estoy a gusto. Soy Don Juan Tenorio a los mandos del Halcón Milenario.

Probablemente sea un crisol de circunstancias, que esto nos pase a todos, y que sencillamente algunos se adapten al nuevo medio antes que otros.
Así que esperaré a ver si mudo de piel, y me aclimato a la nueva estación que está por venir.
Y si no, siempre me quedará hibernar para vivir siempre en la misma época. Esa en la que me siento cómodo, y en la que no me da pereza vivir al mismo ritmo que el resto del mundo.
Esa en la que me encanta salir a la calle todos los jueves, a eso de las 7:30, a tomar una caña con los amigos de siempre.

 

Besos para ellas y un abrazo para los demás.
Se os quiere y lo sabéis.

*transcripción (casi) exacta de este texto, por cosas del señor SEO

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