UN DÍA EN LA VIDA
Siempre digo que febrero es un mes inesperado, y éste no iba a ser menos.
Hoy debería haber estado en un evento en el que habría disfrutado mucho. Muchísimo.
Pero no ha sido así por unas cosas o por otras.
¿Me da pena? No os imagináis cuanto. ¿Me lamento? Pues no.
Y es que de poco vale echarse en cara lo que no se ha hecho por un motivo –lógico para uno mismo, e irracional para el resto–.
Brindo por lo que sí han estado y han disfrutado del día. ¡SALUD!
A cambio he pasado la tarde oyendo el Concierto de Año Nuevo 2023 editado por Sony Classical, que como cada febrero llega puntual a su cita, para dar por finalizada mi Navidad en el momento en que da su ultimo compás la Marcha Radetzky.
Y lo he hecho a través de la cápsula Denon DL-103R nueva, y de un previo Soundsmith MCP2 que viene directo desde Nueva York.
«Qué tonterías dice éste hoy. Madre mía», pensaréis.
Pues sí, las estoy diciendo. Además estoy seguro que a nadie le interesa ese tipo de datos. Pero los describo con detalle para dejar claro que la vida es la sucesión de las cosas que pasan, y no de las cosas que no han pasado. Y justamente para vivir la vida estamos aquí.
Levantarse con ganas, o sin ellas. Desayunar con calma si puedes. Trabajar todo lo honradamente que se pueda y te dejen. Disfrutar de una caña a última hora de la tarde, con agradable charla mientras. Meterse en la cama con la satisfacción del deber cumplido, y con la conciencia tranquila. Entre medias, iremos trufando este día a día con momentos más especiales, más vívidos, más excitantes.
Las distopías, en las series. O como mucho en algún que otro post psicotrópico que me sale de vez en cuando.
Y es que por mucho que me hubiese gustado estar hoy donde podía haber estado, no ha sido así. También me hubiese encantado estar en Abbey Road Studios el día que The Beatles grabaron el acorde final de A Day in the life, pero para mi desgracia no había ni nacido. C’est fini.
Además, ¡Qué demonios!, mi día ha sido estupendo.
He estado con gente que quiero, he hablado con gente que aprecio. En lo laboral el día ha sido muy satisfactorio. Me han llegado, además del ya mencionado Concierto de Año Nuevo, dos vinilos de Shakira que buscaba desde hace tiempo. Y en un rato, en cuanto acabe de escribir esto, me está esperando, de nuevo, Band of Brothers («Las series buenas hay que verlas más de una vez. Las espectaculares, como ésta, se deben ver cada cierto tiempo», autocitándome).
Disfrutad de la vida como sea, cuando sea, y la manera que más os guste.
Nadie lo va a hacer mejor que vosotros, porque para eso es la vuestra y de nadie más.
Besos para ellas y un abrazo para los demás.
Se os quiere y lo sabéis.
Comments (2)
Cuánta razón y tonterías ¡ninguna! A mí me habría gustado estar en Nunca Jamás, pero por ciertos motivos (absurdos para la mayoría), como ponerme una vacuna, no me fui y ahora estoy viviendo en Madrid más feliz que una perdiz 😉
Clara-mente, tú inicio de febrero ha sido muy musical y la música siempre es bien (aunque mi chiste creo que está empezando a prescribir).
Jajajajajajajaja.
De haberte ido a Nunca jamás, no tengo muy claro si hubieses ido para ser Wendy o para ser Tigrilla. Pero apuesto a que más bien la segunda.
Con respecto a la longevidad chiste, no quiero mojarme, no sea que me sal-pique…