CASI PROPÓSITOS PARA 2015

CASI PROPÓSITOS PARA 2015

CASI PROPÓSITOS PARA 2015

Este año, con eso de haber dejado de fumar hace unos meses, estar con el máster a tope por propia iniciativa, e ntentar recuperar ese inglés que me hacía defenderme perfectamente a la hora de explicar a unos americanos, a las 7 de la mañana de un domingo, porque nos íbamos a un bar a comer un pechuguito, en vez de irnos a casa, sólo me queda el propósito de ir al gimnasio. Y como sé que eso es imposible, me va a tocar buscar otros un poco más originales para empezar el año como el resto de los humanos, y plantearme nuevos objetivos que perseguir.
Voy a buscar mis Casi Propósitos.

Tampoco busco algo del orden de echarme novia, sacarme el carnet de conducir o buscar un trabajo digno que valore mis cualidades como es debido, no. Simplemente quiero cosas sencillas. Que son, en definitiva, las que hacen de la vida algo placentero y agradable. Y que evitan pensar en la mierda que muchas veces nos rodea.

Por ejemplo, un primer propósito sería afilar bien los cuchillos. Y no los metafóricos con los que algunos salís los fines de semana entre los dientes. Sino los que tengo en la cocina, y que a veces cortan menos que los que venían en las caja de los Clicks de Famobil. Lo cual a veces nos lleva a que sea más fácil que la carne se parta por división celular que por la acción del corte de éste.
Si hubiese tenido los cuchillos del Chef Tony

Otro, bien podría ser ordenar y borrar las fotos del móvil. Dado que sólo entre las de Julio Iglesias, y las de gin tonics y comida, tienes del orden de 5346. ¡¡Y lo sabes!!
Y es que la vida 2.0 que vivimos nos ha creado la necesidad de hacer saber a nuestros amigos lo que comemos y bebemos cada vez que salimos de casa. Eso sí, cuando nos hacemos una fabada Litoral, no mandamos la foto de la lata. ¿A que no?
Este propósito, en versión 2.0, podría ser aprender a contenernos a la hora de mandar este tipo de fotos a los grupos de Whatsapp.
(me comentan que unos amigos procedentes de las Islas Columbretes, han habilitado su grupo «Chat de todos» como banco de imágenes, con gran éxito).

Uno de los que más ganas tengo de hacer, y la verdad es que este a los hombres nos afecta en menor medida, es el de «limpiar» nuestros cajones de ropa.
Bloom, El Niño o Babieca Eñe no van a volver ponerse de moda, no. Y además nunca más cabrás en esa camiseta slim fit, tenlo claro.
Tengo un Roc Neige  colgado en el armario, que cuando entró en mi casa, Felipe VI todavía no había hecho ni el COU. Y creo que va siendo hora de darle una jubilación más que merecida. Teniendo en cuenta, además, que la última vez que lo usé, los vinilos se llamaban, simplemente, «discos».

Luego ya tenemos esos un poco más comunes como pueden ser poner pilas al reloj. Ese que lleva en un cajón desde día que al mirar la hora a la que entrabas por la puerta un sábado y marcaba las 22:16. Llevar al punto limpio la máquina de hacer yogures y el monitor de fósforo verde del Amstrad 128. O tapar los agujeros de la pared con aguaplast, que de tanto poner y quitar estanterías Lack, aquello parece el techo del Congreso.

Una vez hechos estos, ya nos pondremos a otros más importantes (sin quitarles un ápice de importancia a todos los aquí enunciados, por supuesto). Pero de momento, vayamos paso a paso.
Así que os animo a buscar vuestros propósitos para 2015, porque estoy seguro que los tenéis, y muchos.

 

Besos para ellas y un abrazo para los demás.
Se os quiere y lo sabéis.

P.D.: Podríamos acabar estos primeros casi propósitos cogiendo el móvil para rematar todas las veces que hemos dicho «esta semana te llamo, y quedamos», y que nunca hicimos. Aunque bien pensado, esto sí es imposible. Así que mejor lo dejamos para 2016…

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