DECÍAMOS AYER (Y ANTEAYER, Y EL ANTERIOR…)
El otro día seguía dándole vueltas a lo que me dijeron de tener que estar hecho polvo anímicamente para escribir bien, sacar lo mejor de cada uno y saber plasmarlo en palabras.
Así que esa tarde, que estaba deprimidísimo, me veía capaz de poder escribir una obra maestra. Por lo que me senté a escribir como quien se sienta en un examen sabiendo que ha estudiado mucho y le va a salir perfecto.
Pero tan mal estaba, tan mal, que esa pesadumbre se transformó en sueño profundo. Y me eché una siesta de tres horas…
¡Mierda!
No era depresión lo que tenía, sino un ataque de astenia primaveral que me dejó más ringlado que a Rocky en las primeras peleas de cada película. Así que la obra maestra la dejé para otra ocasión o momento.
Por lo tanto, hoy voy a escribir de manera trivial, parca e irrelevante, como en mí es habitual.
No sé si hablar de si es mejor el Cola-Cao o el Nesquik; si la tortilla de patatas con o sin cebolla; si Nocilla o Nutella…
No. ¡Ya lo tengo!
El tema elegido va a ser la necesidad imperiosa que tenemos de decir ciertas frases en momentos puntuales de nuestra vida diaria.
¿Acaso no es cierto que todos los lunes, decimos «Otra vez lunes«, «Mierda de lunes, de nuevo», «A ver si se acaba ya la semana»?
Pues sí, lo decimos. Al igual que al jueves lo llamamos «juernes«, si es que vamos a salir a dar una vuelta. O escribimos, en todas las redes sociales disponibles, al día siguiente, «Por fin es viernes» (maderfaquers).
Es lo mismo que cada domingo decimos aquello de «No vuelvo a salir», «Noches de desenfreno, mañanas de ibuprofeno» (y por cierto, no se dice Espidifrén), o «Tarde de sofá, manta y peli«.
En breve, en vez de estas frases, tendremos la versión estival de las mismas, que no es otra que llenar nuestros tablones y TL de piernas al sol, paellas, y paisajes paradisíacos.
Nos reíamos del anuncio del Hombre desactualizado que decía «Digamelón«, «Efectiviwonder» o «Yavestruz«. Pero cuidado, que estamos a punto de ser igual que él. Porque el tiempo pasa para todos, y a no ser que las modas vuelvan muy rápido, seremos nuestro propio hombre desactualizado, si es que ya no lo somos…
Y si no veremos cuando «Top» deja de ser «Fetén«… Palabra esta última más vieja que la propia RAE.
Pero por supuesto, todo esto me parece bien.
No seré yo quién le ponga pegas a estas costumbres de postear y decir siempre lo mismo, dado que cada semana subo una foto de un disco desde la misma perspectiva –como si fuese Monet pintando La Catedral de Ruan–. Cada dos meses cuelgo «Free bird» de Lynyrd Skynniyrd. Cada tres veo «Love Actually» y os lo hago saber. Y todos los días me meto con el reggaeton y lo maldigo con todas mis fuerzas… Y a pesar de ello, sigo contando con vuestro apoyo y compañía.
Así que, como soy un hombre de costumbres…
Besos para ellas y un abrazo para los demás.
Se os quiere y lo sabéis.
Deja una respuesta