QUE 20 AÑOS NO ES NADA. PERO 25…
Este domingo 4 de junio, D.m., iré de nuevo a ver a Guns and Roses en concierto, 25 años después de la primera vez que les vi.
25 años ya…
Decía el maestro Gardel que 20 años no es nada, pero empiezo a pensar que 25 ya empiezan a ser algo.
Y lo empiezan a ser porque en ese tiempo muchas cosas han pasado. Tantas que para empezar me han dado para escribir unos 200 posts, que giran, en gran parte, en mis propias vivencias.
En estos últimos 25 años pude descubrir que el prospecto de los medicamentos siempre aparece por el lado que se abre la caja.
Que siento pavor a la hora de hacer la compra porque no sé si seré capaz de guardar los alimentos en bolsas según las cajeras los pasan por el lector a la velocidad luz.
Mi cabina es un club social, y quiero que lo siga siendo durante muchos años.
Me gustan las chicas con perlitas.
La música es gran parte de mi vida (por no decir que es mi vida, que sería aseverar demasiado).
Tengo perdida la guerra contra la ropa slim (aunque últimamente he de decir que he avanzado algo de terreno en esta guerra de trincheras en la que estamos embarcados el señor slim y yo).
Cachitos de Hierro y Cromo y This is Opera son un oasis en el desierto que es la programación musical de televisión.
Pude descubrir que los post en los que narro sentimientos gustan mucho. Pero que también me dejan más tocado por aquello de presentar mi alma en sociedad.
Los que cuentan vicisitudes cotidianas de la vida de forma irónica y humorística tuvieron mucho éxito al principio. Pero poco a poco se han visto relegados, y yo creo que deberían volver a aflorar por lo menos una vez al mes.
Llevo la corrección política por bandera porque considero que no es necesario hacer sangre de nada ni de nadie en un medio como éste. Para discutir te puedes meter en cualquier foro.
Algunos han conseguido que Twitter apeste. Pero gracias a ellos también pude descubrir que se puede vivir sin él sin ningún problema (estoy a punto de cumplir un año de mi adiós).
Mis críticas de cine no lo son como tal, sino que cuento qué siento y cómo me siento cuando veo una película.
He visto Star Wars más veces de las que puedo recordar.
Me di cuenta que hacer 9 horas de colas para ver a Springsteen no me importó.
Que pagar un pastizal para ver a Sir Paul McCartney, tampoco.
He visto a Leiva en tantos concierto, que los dos últimos fueron en días seguidos.
Cuando recibí La Tosca en vinilo, desde La Rochelle, me encantó imaginar el día que ese disco fue escuchado por primera vez por su legítimo dueño.
Advertí que las pasadas vacaciones en Sangenjo fueron una pasada, y que me hicieron ver la vida de otra manera.
Cómo se les pudo ocurrir a los jesuitas llevar a una grupo de adolescentes efervescentes a ver la Expo de Sevilla, y que volviésemos todos sanos y salvos.
Yo una vez tuve una banda de rock and roll, y volvería a tener una las veces que hiciesen falta.
Las Navidades empiezan en mi casa cuando los primeros polvorones El Toro entran por la puerta.
A pesar que en 2010 me tome un año sabático, llevo con este blog 8 años y medio.
Y sobre todo, en estos últimos 25 años he podido descubrir que tengo una familia y unos amigos estupendos que me quieren y me aprecian, que leen todas mis bobadas semana tras semana y a los que mando…
Besos para ellas y un abrazo para los demás.
Se os quiere y los sabéis.
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