QUE 20 AÑOS NO ES NADA…

QUE 20 AÑOS NO ES NADA...

QUE 20 AÑOS NO ES NADA…

Si hace una semana celebraba un 25 aniversario, ésta me tocaba celebrar un 20 aniversario.
En este caso de un bar, lo que es muy significativo dado lo difícil que es conseguir estabilidad y durabilidad en el complicado mundo de la hostelería, y más si cabe en la nocturna –y os lo digo yo, que un poquito sé de ese mundo–.
Su nombre, Molly Malone.

Tras unos funestos días en los que las inclemencias del tiempo se habían conjurado para que no se pudiese hacer, ayer el sol lucía en todo lo alto –y de nuevo os lo digo yo, y más en concreto mi cogote y mis brazos, que atestiguan con su color rojizo carmesí mis palabras–.
Todo lo que había que celebrar se celebró. Cantidad de gente disfrutando del día, de la compañía, de la comida y bebida que por allí corría; porque para algo estábamos en un coso taurino, para hacer una gran faena, y no un simple brindis al sol buscando lo fácil. Había que buscar la excelencia.
No soy yo quien debe decir si se logró o no, porque no sería justo ni imparcial, pero viendo la cara de felicidad de la gente al salir, creo que por mal camino no se fue.

Y lo mejor de todo, es que muchos amigos, muchísimos –por lo menos en mi caso–, decidieron que acompañarnos era lo mejor que podían hacer en un día en que no precisamente pocos eventos se celebraban en la ciudad. Y es que como dijo el maestro Guerrero, «No todos los días se montan fiestas así».

Soy consciente que no pude estar con muchos el tiempo que se merecían. Con algunos incluso sólo crucé unas pocas palabras, pero todavía no tengo dominado el don de la ubicuidad, aunque estoy practicando mucho para conseguirlo. A ver si en breve puedo mostrar progresos.
Disculpadme.
Pero a pesar de ello, me lo perdonaron y me sentí sumamente arropado con vítores, aplausos, bailes, canciones cantadas al unísono en primera fila (pertrechadas por mis «nuevos» amigos de toda la vida del Sanjo, que lo dieron todo), y por supuesto por ese coro que entonó el «Paty Varela, lalalalalalaaaaaaa, Paty Varela», que se oyó perfectamente desde el escenario –y eso que no estaban precisamente cerca–, me imagino que dirigido por el Torero Curiel, que además ayer celebraba su cumpleaños.
Si la riqueza se mide en amigos, soy multimillonario.

Y todo esto empezó para mí el día en que me dijeron: «Me gustaría que nos escribieses unas palabras, tú que nos conoces bien, para incluirlas en la invitación del Vigésimo aniversario del Molly». Recogí el guante con honor.

Para quién no lo haya podido leer, estas fueron:

«Que 20 años no es nada ya lo decía Gardel, pero que dan para mucho, eso os lo decimos nosotros.

Y justamente son 20 los años que vamos a celebrar.
20 años en los que siempre hemos estado ahí, contigo, a tu lado. Intentando hacer el día a día lo mejor posible. Con esfuerzo, con cariño, con mucho mimo. Poniendo siempre todo de nuestra parte para conseguir que las penas se convirtiesen en alegrías, que los malos momentos fuesen parte del pasado una vez que cruzabas nuestra puerta, que sintieses nuestro calor en los momentos de frío.

Hemos querido convertirnos en tu segunda casa –y por qué no decirlo, incluso en la primera–. Estar siempre ahí cuando nos has necesitado, cuando has querido celebrar los grandes momentos de tu vida, y también los menos grandes (que como bien sabes muchas veces acaban convirtiéndose en importantes).
Por ti montamos un Casino. Convertimos a nuestra plantilla en Coyotes. Acercamos el Moulin Rouge a Valladolid. Hicimos desfilar por la barra Los Siete Pecados Capitales. Nos pusimos bombín, y celebramos Noches Clandestinas
En definitiva, somos La Leche!

Y todo ello junto a vosotros.
Porque tenemos muy claro que si no fuese así, nada de esto hubiese sido posible. Sois nuestra familia, y queremos que así siga siendo, por lo menos, 20 años más.

Así que brindemos  por ello, AMIGOS!!»

Hermano, Saba, Min, Josito, Marchena, Baticón, Héctor, Socio, un placer haber compartido cabina aunque fuese sólo por unos minutos.
Sinatra, que siempre cerrará conmigo todo aquello que haga.
Guerrero, un placer compartir evento con usted de nuevo.
Alberto, Santiago, muchísimas gracias por haber montado todo ese festival, haberlo hecho así de bien, y además haber contado conmigo!!

Besos para ellas y un abrazo para los demás.
Se os quiere y lo sabéis.

P.D.: no quiero dejar de hacer mención a la más fiel, a la que siempre estuvo, está, y estoy seguro que estará, a la que lleva tres semanas celebrando el aniversario, se celebrase o no… Elena. Helen, ahora que ha pasado el aniversario, la próxima semana ¿qué vamos a hacer?

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