«¡¡QUÉ NUNCA HAS IDO AL SONORAMA!!»

QUÉ NUNCA HAS IDO AL SONORAMA

«¡¡QUÉ NUNCA HAS IDO AL SONORAMA!!»

Vaya por delante que voy a dar un punto de vista sesgado, científicamente poco estudiado, y con pocos datos comparativos. Pero es el mío, y a quién no le guste, ya sabe donde tiene el botón de cerrar ventana (no pretendo sentar cátedra, ni que este post se use como manual de futuras generaciones de festivaleros).

Han tenido que pasar 20 ediciones para que yo, que soy un insensato, me decidiese a ir al tan afamado festival musical en la cercana Aranda de Duero.
Es más  –y rectifico porque es parte esencial en esta historia–, ni siquiera fui yo quien se decidió, sino que fue mi amiga Bea la que tras preguntarme «¿Vamos al Sonorama?«, y antes de que respondiese sí o no, dijo «Hale, ya tenemos dos entradas para el viernes«.
Dicho y hecho. Gracias por tu facilidad para volarte la peluca sin miramientos.

Y encima, había una premisa que no era otra que la de ver los conciertos en primera fila.
A mí, que soy amante de los espacios libres, de los caminos despejados a la barra, de los amplios círculos de confianza de una persona (que no es otra que yo mismo), me querían meter en nichos de estrés, de apretones, de intercambios de ADN a través de presión… Pero bueno, ¿por qué no hacer caso a la mente pensante del plan?
Ya que estábamos, pondríamos, en la tierra del lechazo, toda la carne en el asador horno de leña!!

Así que, a las 6 y poco de la tarde, ya nos encontrábamos tocando valla para ver a Sidecars.
«Buahhh, entonces si has ido directamente al festi y no has pasado por el pueblo primero, no sabes lo que es el Sonorama«, seguro que están pensando algunos ahora.
Vale, amigos snobs, este es el momento de dar al botón de cerrar ventana. Cada uno vivimos las cosas como podemos. Y sobre todo, como se nos presentan en cada momento. No todos somos unos privilegiados como vosotros.
Pero eso sí, hasta podría ser que haya disfrutado más en mis únicas 11 horas de festival que algunos de vosotros en años y años. También os lo digo, catedráticos.

Porque sí, a pesar de mi ya no tan corta edad, me metí del tirón, y sin respirar, 11 horitas de saltos, cánticos, aplausos, carreras para pillar sitio, y todo tipo de actividad física que implica ver música en directo. Sidecars, Coque Malla, Ferreiro, Sidonie, Niños Mutantes, Leiva, Xoel, Fangoria (momento en el cual aproveché para ejercer de autista y apartarme un rato para estar conmigo mismo abstraído, a pesar de tener 25.000 personas a mí alrededor), Novedades Carminha y unos cuantos locos Djs, fueron los artistas que llenaron dichas horas de entretenimiento puro y duro. Que sí, me pulió el cuerpo, pero me despejó la mente. ¡Y de qué manera!

Me encantó la organización del evento (Señor Conde, de nuevo, da la enhorabuena de mi parte a quien corresponda). La seguridad reinante. La locura controlada. El buen rollo de la gente. El orden que se puede tener, a pesar de ser tantos, cuando se sabe que todos estamos allí para disfrutar. Y sobre todo, la entrega de todos los músicos.

Quería hacer tres apuntes musicales, sin ahondar en el tema, porque ya sabéis que siempre digo que para eso ya hay muchos plumillas a lo alto y ancho de España.
Qué buenos son Sidecars –y subiendo–. Les iré a ver todas las veces que pueda. Lo prometo.
Sidonie me han ganado para el resto de mi vida. El viernes no fue para nada Un día de mierda. No se equivocaron todos los que me recomendaron que verles en directo tendría que ser necesidad supina.
Y de Leiva poco más puedo decir, excepto una cosa. Alguna vez he contado que guardo como oro en paño en mi retina, una versión del Princesa que vi en el 96 interpretada por Los Rodríguez y Sabina. Bueno, pues creo el Lady Madrid que se marcó con Marc Ros y Jes Senra, va a estar a su lado.

Y para acabar, por supuesto no me quiero olvidar de todos los amigos que me encontré y con los que compartí un rato de todo esto. Noe (mi particular Séneca), Zayda (informadora imprescindible de última hora), Hugo, Jorge, Merinín, Vicen, joven Leiva, Jose, Óscar, Gonzalo, Inma, Patri, Lolo, Raquel (a pesar de ser sólo a través de notas de voz), Patricia (quién nos ida a decir que a pesar de vivir a tantos kilómetros de distancia, nos íbamos a encontrar cara a cara en un festival de 25.000 personas), María, Ana, Señora Paula, Las Alcántara (Yolanda, Martita, ya sabéis que quiero vivir uno de estos con vosotras), las dos madrileñitas que decidieron que pasar el día con nosotros era una buena opción, David. Y por supuesto mi partner in crime, y sin la cual nada de esto habría sucedido, Bea.
Gracias a todos por ser parte de esto, y por demostrar que si tienes que encontrarte con alguien entre la multitud, te encuentras!!

Ya nadie nunca más me podrá decir aquello de «Qué nunca has ido al Sonorama???«.
Nos vemos en el 2018!!

 

Besos para ellas y una abrazo para los demás.
Se os quiere y lo sabéis.

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Comments (2)

  • Raquel Reply

    Feliz de formar parte de tu 1er Sonorama aunque sólo fuera en soporte digital. La próxima vez: más, mejor y más cerca. Sólo puedo decir… ¡viva la música!

    14/08/2017 at 11:37 am
    • patyvarela Reply

      Viva!!!
      Ya eres parte de mi historia (un poco más), Raquel.
      Ahora, a preparar el siguiente y a mejorarlo!!

      14/08/2017 at 11:40 am

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