SMELLS LIKE TEEN SPIRIT

SMELLS LIKE TEEN SPIRIT

SMELLS LIKE TEEN SPIRIT

El dormitorio de mi antigua casa tenía un mirador. Con estructura de madera y ventanas que se abrían en forma de guillotina.
Daba al Campo Grande, y cuando era pequeño me llevaba allí una pequeña silla de mimbre para, simplemente, sentarme a ver la vida pasar.

Allí tenía muchos de mis juguetes, y sí, jugaba con ellos. Pero a mí lo que me gustaba era mirar a través de sus cristales.
Me gustaba observar a la gente pasear. Unos con calma y otros con prisa. Ver a las parejas de enamorados agarrarse de la mano, como parte del pacto que implica amarse. A las familias disfrutar de “un día de campo”. O sencillamente ver el efecto del aire en los arboles, o los dibujos que proyectaba el sol en el suelo, a través del follaje de esos mismos árboles.

Quizá de aquellos polvos, estos lodos. Porque escribir no es más que reflejar las vivencias propias y ajenas. Y ya desde entonces tomaba notas mentales de manera inconsciente, sin saber siquiera que esta afición un buen día llamaría a mi puerta para quedarse.
Gracias a ellas, y a otras muchas, he podido revivir una cantidad considerable de historias. Ya fuese al transformar esas notas en relatos, o simplemente mientras las repasaba, haciendo un ejercicio de memoria, buscando en ellas algún dato significativo que me valiese como hilo conductor.

 

El pasado fin de semana, tras muchos años, he disfrutado de unos días con mis amigos de toda la vida. Siendo “vida” una palabra que empieza a tener bastante cuerpo e importancia.
Y durante esos días, muchas de esas historias que fui guardando en mi cabeza, han ido saliendo a la palestra.

Muchas eran ya viejas conocidas. Pero si son buenas, se pueden contar las veces que hagan falta, que siempre van a provocar el efecto deseado. Ya sea alegría o tristeza. Añoranza o melancolía de tiempos, a todas luces, mejores, por el simple motivo de estar casi libres de obligaciones y preocupaciones.

De algunas otras sólo conservaba pequeños matices, pero que gracias a la conciencia común de otras nueve personas, se convirtieron en historias de verdad, con principio y fin. Que quizá esperan que las guarde así, de una pieza en mis recuerdos. Aunque me temo que ya no hay mucho espacio, y no es fácil hacer hueco a cosas cuya cimiento no ha arraigado con fuerza en el principio de los tiempos.

También ha habido, incluso, alguna que estaba completamente escondida, y que ha salido gracias a la llamada de otra. En un efecto domino muy de agradecer para las mentes, ya, menos ágiles de los que deberían estar.

 

Lo que cuesta poderse juntar unos pocos –y aquí entono en alto el mea culpa, porque gran parte de culpa es mía–, y que reconfortante es cuando se hace.

Porque te das cuenta que, por mucho tiempo que pase y por muchas vicisitudes que acaezcan, siempre te reirás de cuando cuenten que uno en clase se subió a una mesa y gritó, “Oh Capitán, mi Capitán“. Que “Smells like teen spirit” fue la canción de nuestra generación. O que cuando hay una guitarra de por medio, y a pesar de un primer pase desastroso, siempre puede llegar “Thunder Road” una mañana de domingo para darte cuenta que donde hubo fuego siempre quedan rescoldos.

Y es que además, como tienes los amigos más perros de la creación, en la funda de la guitarra te han tirado unas monedas mientras cantabas. Y al verlo te has descojonado de risa.
Cabronazos!!!!

 

Besos para ellas y un abrazo para los demás.
Se os quiere y lo sabéis.

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Comments (10)

  • Eva Reply

    Me encanta Paty! Me alegra que lo hayas disfrutado! Las reuniones con los amigos de siempre, de toda la vida son lo mejor. Besos!!!

    07/10/2021 at 9:57 pm
    • Paty Varela Reply

      Y eso que no ponía ni beber ni comer nada de las numerosas viandas que allí había. Y aún con todo, lo he disfrutado muchísimo. Así que hazte una idea de lo que me ha gustado. Un besazo, Evita!!

      07/10/2021 at 10:00 pm
  • Elvira Reply

    Qué gusto leerte amigo!!!!…..y más aún, saber que todo sigue igual…..aunque, a veces, las vidas y las distancias lo pongan tan dificil.
    Debería ser obligatorio un finde así una vez por trimestre ( y que alguno me pillase por allí…..jajajaja)…..para “tomar tierra”…..y simplemente disfrutar.
    Un abrazoooooo!!!! ( al guitarrista y a los que echabais monedas…😄😄😄…..como si os viera….🤣🤣🤣🤣)

    08/10/2021 at 2:36 am
    • Paty Varela Reply

      Virinchis!!!
      Por supuesto, aunque en pensamiento, estuviste presente. Ya sabes que siempre has sido “uno más” de la panda.
      Y una de estas al trimestre, no se, pero de momento ya hemos reservado para el próximo año. Ahí lo dejo….
      Un besazo, Elvi!!

      08/10/2021 at 8:23 am
  • Sonia Reply

    La quedada trimestral no la veo, yo me presento voluntaria para hacer de madre soltera solo una vez al año, jjjjjj
    Bromas aparte, es una gustazo que pandilla se reúna. Hay que pensar una con toda la tropa!

    08/10/2021 at 10:10 am
    • Paty Varela Reply

      Jajajajajajaja
      Efectivamente, Sonia, ante las quedadas trimestrales habría que llegar a un consenso con más partes, e igual eso no es tan fácil, no.
      Con toda la tropa, y siguiendo el símil militar, habría que hacerse con un cuartel para meternos todos. Pero seguro que hay más de uno libre ahora mismo.

      08/10/2021 at 10:27 am
  • Jaime curiel Reply

    Muy guay paty. Muy guay.

    08/10/2021 at 6:48 pm
    • Paty Varela Reply

      Muchas gracias, Torero!!!

      08/10/2021 at 6:59 pm
  • Sergio Reply

    Reconozco unas cuantas siluetas en esa foto, así que me puedo imaginar que lo pasasteis de cojones. Y lo de las monedas en la funda da para otra historia. Un abrazo!

    14/10/2021 at 8:10 pm
    • Paty Varela Reply

      Alguna que otra, verdad, Doc??
      Lo de las monedas, como bien dices, igual provoca otro post.
      Un abrazo, Sergio!!

      14/10/2021 at 8:15 pm

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