SUBIENDO EL TOURMALET CON TENSIÓN (BÁSICA)

Gracias a este tiempo agradable y soleado tan bueno para la salud, hoy me he levantado con ganas de comprarme un perchero… Digo, una bici estática.

La verdad es que me llevaba rondando la idea varios días, meses e incluso años ya, pero nunca me había lanzado a tan magna obra.
Para empezar, el destino de nuevo se había burlado de mí como en tantas otras ocasiones, cercenando de cuajo y a base de resacas, las opciones de que alguien fuese conmigo a por el utensilio de tortura, también llamada maquina cardiovascular. Y me estaba empezando a preocupar, no sea que fuesen señales para que no me acercase a por ella nunca.
Pero hoy por fin, un alma caritativa con forma de Javolo, ha hecho un hueco en su agenda y me ha llevado al paraíso de mis deseos, también conocido como la tumba de mis ingresos: El Corte Inglés.

Lo primero que nos ha pasado es que el lugar habitual donde están estas máquinas de salud, estaba lleno de trajes de caballero, y eso era una mala señal. O buena, según se mire… ¡Suit Up!
De nuevo el destino me mandaba una clara señal, ante la que yo he permanecido impertérrito cual guardia pretoriano. Por lo que he continuado con la búsqueda, tras indicarme una bella y amable dependienta, que ahora se encontraban en la planta superior.

Una vez llegado a nuestro destino, y tras ver por allí unos auténticos artilugios diseñados por el mismo arquitecto de La Estrella de la Muerte, he optado por preguntar al encargado de la sección.
La premisa era fácil. Quería la bici más barata que tuviesen, porque me conozco.
“Pero caballero, es que ese modelo tiene la dinamo de tensión muy básica. En cambio esta es mucho mejor porque….”
“Que no, que no. Que a mi esa dinamo de tensión me parece estupenda. Hágame caso”.

Así que desde ese preciso momento he pasado a ser propietario de una estupenda bicicleta verde y blanca, con un dinamo de tensión básica. Pero que tiene respaldo, cosa para mí mucho más importante, dado mi suprema vagancia.

Además, como han visto que iba a tener con qué quemar calorías, y dado que creo que el dependiente leía este blog y sabía de mi afición a la comida rápida, me ha dado un ticket de 2×1 de hamburguesas y sandwiches en la cafetería.
Así que allá nos hemos ido, para no hacer un desprecio al bueno de Julio (que así se llamaba el simpático caballero vendedor).

Y en esas estamos…
Aquí tengo a mi lado una caja con supuestamente una bici estática dentro, la cual procederé a montar en cuanto acabe estás lineas.
Y en unos meses ya os diré si sigo teniendo la misma o cual Transformer, ha pasado a ser un galán de noche.

Besos para ellas y un abrazo para los demás.
Se os quiere y lo sabéis.