MIS CANCIONES: CONTRA LAS CUERDAS
Contra las cuerdas me recuerda a mis últimos años en cabina. A Caruso. Al Molly en Ferias. A Marta. A Mariló en los cierres de Dadá. Al Farolito, subido en una tarima bajo el diluvio universal, pero con la gente sin moverse un palmo de la calle a pesar de estar calándose; mientras ellos y yo, en comunión perfecta, nos desgañitamos cantándola… Curiosos compañeros de viaje tiene está canción, me doy cuenta.
Descubrí a Sidecars, más allá de «Fan de ti», gracias a Fuego Cruzado, que es el disco en el que se incluyó por primera vez esta canción.
Pero siendo justos no es esta versión de la que hablo, sino de la que grabó unos años después, junto a Leiva, en esa maravilla que se titula igual que la canción –y que es el disco que más veces he regalado, junto a Kind of Blue de Miles Davis–.
Desde ese momento pasó a ser uno de mis grupos de cabecera. Pudiendo decir, incluso, que es el grupo que más he visto en directo en mi vida, junto con Springteen, Leiva y Hombres G.
Los he visto en festivales (glorioso viernes de Sonorama que nos regalamos, ¿verdad, Bea?) , en salas grandes, en locales pequeños, en teatros, online… Y siempre espero la llegada de esta canción para ponerme el traje de piel de gallina, o el de pelos de punta, cuando empieza a sonar.
Se ha convertido en un clásico de mi discografía, que no es muy proclive a aceptar nuevos miembros dada mi afición a lo añejo. Pero que me gusten las cosas antiguas no significa que no me gusten las nuevas, si son buenas. Que la música vire hacia territorios, para mí, pantanosos, no implica que no haya cosas actuales que beban de fuentes clásicas. Siempre habrá alguien que enarbole la bandera del rock and roll tras un micro y una Telecaster.
Ahora mismo menos, aunque el Festival de Eurovisión de este año abre una puerta a la esperanza. Si The Commitments fueron los salvadores del soul, quién sabe si Måneskin no lo serán del rock.
Contra las cuerdas es una de esas canciones de cantar.
Sí, sé que todas son preceptivas de ello, pero algunas más que otras. Y ésta es de esas últimas. No recuerdo haberla escuchado nunca sin haber cantado siquiera una frase, aunque fuese de manera inconsciente.
Es de mis preferidas para hacer de frontman maldito, para hacer segundas voces, para tocar la guitarra invisible y la batería imaginaria. Es canción para cantar a una mujer, no sé muy bien si como declaración de amor, como disculpa por ser un crápula o como las dos.
Porque su relato es eso, chico malo, chica buena, noche, excesos… Te quiero, me quieres, pero puede que nos acabemos haciendo daño como la cosa siga así. Al fin y al cabo «soy peor que un tiro a quemarropa al corazón».
Yo la pude usar para ambas cosas en mis últimos momentos de juventud desbocada, ya pasada de fecha, pero que aún hervía en mí con fuerza. Me hacía resucitar en las últimas horas de la noche, cuando ya el amanecer empezaba a pintar la noche de claro.
La magia de la música, sin duda.
«De pequeña no aprendió a nadar, hace poco que me lo ha contado. Vente y yo te enseñaré a volar, mientras llegan los demás a nado.
Quédate. Cierra la puerta. Lánzame contra las cuerdas…»
Besos para ellas y un abrazo para los demás.
Se os quiere y lo sabéis.
P.D.: No sé si por ser del mismo disco, si porque ambas tienen versiones increíbles con artistas invitados, o porque ambas me traían recuerdos muy similares; pero Contra las cuerdas tiene, para mí, su canción melliza que no es otra que Dinamita.
Sentimiento puro concentrado, escrito por un alma herida. Porque esta sí le canta al desamor.
Por supuesto esta canción también tiene nombre propio de mujer, como todas. Pero permitidme que esta vez me lo guarde, porque hay heridas que nunca cauterizan del todo, y no hace falta abrirlas de manera innecesaria, ¿no os parece?
Comments (4)
La ponemos en septiembre??
La pondremos en septiembre!!
La cantaré a dúo gustoso desde cualquier cabina, desde cualquier esquina….. Que suene me vuelve loco y por qué no decirlo me recuerda tiempos pasados en días de futuro. Socio ……..cantara hasta dejar el alma
Socio, nos cantamos ésta. Y luego otra, y otra, y otra. Y en unos años les haremos los coros a Eva y Marcos.
La cosa es no dejarlo de hacer nunca!!