DESDE HERMIDA A VIOLANTE (O VICEVERSA)

¿El que yo escriba historias aquí implica que, obligatoriamente, se vayan a asociar automáticamente a vivencias ocurridas en mis propias carnes?
Es que si es así, tendré que dejar este mundo de literatura rápida virtual. Porque mi vida, aunque ya empieza a ser extensa, igual no es tan rica en sucesos relatables.

Tenía la sana intención de poder demostrar que soy capaz de escribir un post de cierta longitud, sin contar absolutamente nada reseñable. Al más puro estilo Hermida.

Y no sólo ese Hermida que dio que hablar tras su insulsa entrevista a S.M. Juan Carlos I de España (y no V de Alemania), sino de aquel Hermida que recuerdo de púber (púber yo, no él. Que para eso habría que remontarse a los tiempos en que los retratos se cincelaban en piedra), que era capaz de hablar durante más de 2 minutos, sin decir absolutamente nada.
Ese Hermida que tan bien imitaron Martes y 13. Y que les llevó a un guerra personal con el afamado periodista.

De esta manera, empiezo mi tercer párrafo sin haber dicho todavía nada que mereciese la pena subrayar con el Stabilo Boss fosforito que usaba para hacer que los apuntes de la carrera realmente tuviesen aspecto de usados.
Esos apuntes que en la gran parte de las ocasiones tenían una caligrafía que no era la mía. Porque por algún extraño motivo prefería estudiar con la letra de otra persona que la mía propia… O a ver si ese no era el motivo real… Estoy confuso…

Por lo tanto, tras ver que el cuarto párrafo va a ser igual de insulso, me puedo retrotraer a mi primer pensamiento, en el cual explicaba que mi vida muchas veces no tiene mucho que contar. Pero que mi ego (que quiere firmar cheques que mi vida no puede pagar, al igual que hacía el chico malo de Maverick, un ídolo del aire), me ha obligado a enfrentarme a una página en blanco por el mero y simple hecho de la autosatisfacción, que no onanismo.

Esto no debería ser publicado, pero ya que he perdido unos minutos de mi preciado domingo, lo dejaré caer. Aunque no le daré el bombo y la fanfarria de otras veces.

Lope de Vega escribió
a Violante un soneto,
pero como sólo en apellido
al maestro me parezco.
Estas lineas le dedico,
al que fuera ese gran genio.

Besos para ellas y un abrazo para los demás.
Se os quiere y lo sabéis.