LA CARRETERA

LA CARRETERA

LA CARRETERA

¿Cuántas veces habré visto a Hombres G en directo? ¿Veinte veces? ¿Treinta?
Pues hace unas horas de repente oigo: «Calla, duerme, piensa. Queda mucho por andar…» y la sorpresa ha sido como si fuese la primera vez que lo hacía.
No recuerdo haber escuchado La Carretera nunca en directo, y ha sido una sensación de bienestar inexplicable.

En un concierto hay dos tipos de personas, las que quieren sí o sí temazos animados, y más si son para acabar. Y luego yo, que acabaría el concierto con Huellas en la bajamar.
Es así.

Pues hoy, La Carretera, ha sido un poco un auto-homenaje que me he dado al escucharla, cantarla, sentirla y vivirla.

«Me paso la vida marcando un 91«.
Igual ahora no tiene mucho sentido porque los teléfonos fijos son esos seres mitológicos que comparten generación con los unicornios y con el correr de la brisa un 24 de junio en Valladolid. Pero esa frase refleja perfectamente la forma de vivir de un músico hace no tantos años, disfrutando de una vida plena de éxitos, pero a la vez de añoranza de lo que deja atrás en su ciudad. En su casa. Y cómo tiene necesidad de llegar a ella, aunque sea a través del auricular de un teléfono.

Mientras sonaba he recibido un mensaje de un ilustre del mundo de la música, que me decía:
«La carretera. Ya me puedo morir».
Igual no ha sido la canción más conocida de las que han sonado hoy (y han sonado muchas), pero para los que sentimos a los G como algo más que un grupo de música, ha sido un regalo.
Además sabemos que es un regalo que nos hacen ellos a nosotros. Como agradecimiento a los que siempre hemos estado ahí. Y seguro que, a partir de ahora, para muchos más.

Recuerdo cuando, a principios de los 2000 volvieron a la primera fila de las listas de éxitos, los fans de nueva cuña me preguntaban: ¿Cuál es tu canción preferida de Hombres G?.
Y mi respuesta siempre era la misma: «Dos imanes«, que era un canción un poco fuera de los hits clásicos. Una perfecta desconocida para muchos.
Con el tiempo ha pasado a ser unos de los grandes himnos de un grupo lleno de ellos.

Pues La Carretera, debería estar en ese mismo grupo.
Es una canción imponente, intratable, llena de matices y de historia. Escrita por un «chico» que estaba viviendo uno de los mayores casos de éxito de la historia de la música española. Y aún así, muchas noches echaba en falta algo, y te lo estaba contando. Te lo estaba cantando con una sinceridad apabullante.

Y hoy ha sonado en directo. La he podido escuchar en vivo. Ha revuelto todo mi sistema nervioso durante unos cuatro minutos, consiguiendo así destensarlo un poco, tras unos meses de mucha actividad.
Me hacía falta. Muchas gracias.

«Los técnicos recogen.
Todo el mundo se ha ido ya.
Ya no quedan ilusiones,
sólo cajas que cargar.
Y un camión que espera
para llevarte a otro lugar.
Donde tocaremos,
Sufre mamón, devuélveme a mi chica…»

Porque la vida es así. Una sucesión de días en el que poco importa lo que hiciste ayer, dado que mañana hay que empezar de nuevo.
Y encantados de poder hacerlo, no lo olvidéis.

 

Besos para ellas y una abrazo para los demás.
Se os quiere y lo sabéis

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