LAS MODAS II
Tras el último blog sobres las modas, me pareció interesante hablar de moda directamente.
Pero ay madre, cuando abro mi armario… Me encuentro con la 2ª planta entera de El Corte Inglés
(también me encuentro con un tío que entra y sale todo el rato, que debe ser el novio de Falete, que todavía no tiene muy claro hacia qué lugar dirigirse, cuando no le están secuestrando)
¿En qué momento dejé de comprar camisetas y pantalones vaqueros?
¿He dejado de ser Planta Joven para empezar a considerarme ya Planta de Caballeros?
Hasta la música del hilo musical de mi dentista me parece animada, ¡¡por Dios!!
Echando un vistazo a mi armario, creo que sólo podría hablaros de camisas (Oxford, de rayas, y de cuadros).
El payaso de Micolor conmigo lo tendría fácil la verdad. Podría llamarse Miazul sencillamente, y prescindir así del resto de colores dada la tonalidad imperante en mi ropa.
¿Y el calzado?
Similar. Náuticos y Castellanos. Ya.
Cuando pongo los zapatos para que me dejen los regalos los Reyes Magos, conmigo no hay pérdida.
La única confusión es averiguar que náuticos o castellanos son los que me regalan y cuales los que he dejado para indicar a los Monarcas Fantásticos donde deben dejar mis presentes.
Pero no siempre las cosas fueron así…
¿Quién fue el primer humano que se cosió un parche de un ácido en el bolsillo del atrás del 501??
(Por cierto, antes sólo había existía el 501. Ahora hay más números que en la guía de Madrid)
Bueno, fue mi hermano mayor, así que lo dejaremos en que fui el número 2.
¿Quién iba con pantalones rotos y con parches mucho antes que Beckham?
Bueno, venga, que también fue mi hermano. Pero comprendedlo, es mayor que yo y siempre hacía las cosas unas décimas de segundo antes.
¿Y el jersey anudado a modo de bandolera??
¡¡Ese sí que fui yo!!
Hablando de los los acids… (véase aquellas caras redondas amarillas y sonrientes)
¿Pero cuántos había?
Creo que el que los inventó (que sigo pensando que no fue Forrest Gump, por mucho que lo digan en la peli), según se levantaba de la cama, pensaba:
“Vamos a ver si hoy me invento 3657 nuevos acids hoy”
Para poder llevar el último, una de dos, o tenías los pantalones más grandes que una túnica de Demis Roussos, o te pasabas el día descosiendo y cosiendo.
De aquella época cabe destacar los pantalones vaqueros “laser”.
Pero como podíamos ser tan horteras, ¡¡madre mía!!
Luego digo de la moda de ahora, la cual no comprendo demasiado. Pero anda, que aquella…
Por todo esto, casi agradezco haberme vuelto clásico. Así no tengo problemas a la hora de comprar para estar a la última, en estos tiempos que corren. En los que una cosa recién comprada, cuando llegas a la puerta de la tienda, ya está pasada de moda (por eso se ha inventado el termino vintage, no os creáis).
Y esto hablando sólo de moda masculina.
Porque para la femenina tendría que usar más o menos 734527 blogs, teniendo en cuenta que para referirnos a un escote podemos hacerlo entre cuadrado, redondo, de cisne, palabra de honor, barco, francés, a la caja…
Hasta aquí lo que se me ha pasado hoy por la cabeza. Sé que no es de los más brillantes, pero amigos, es lo que hay.
Besos para ellas y un abrazo para los demás.
Se os quiere y lo sabéis.
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