MADRID ME MATA
Como decía la cabecera del mítico fanzine ochentero, Madrid me mata, y a pesar de todo, me encanta. Porque siempre me recibe con buen tiempo. Pasear por sus calles es un placer difícilmente explicable. Disfrutar de unas cañas en cualquiera de sus múltiples terrazas debería ser obligatorio hacerlo una vez a la semana. Porque puedes mantener una encantadora conversación...