VEIS COMO SOY NORMAL

VEIS COMO SOY NORMAL

VEIS COMO SOY NORMAL

Hace unas horas me han dicho, mientras estaba sentado en el confortable asiento trasero de un coche de color granate no menos confortable, que habría que escribir un libro sobre mí.
Mi desmedido ego, inversamente proporcional a mi reducida estatura, se ha henchido  de tal manera que a los numerosos airbags que seguro la ley le hace poseer al coche me he sumado yo como uno más. Pero mi mesura ha cogido las riendas a tiempo y ha afirmado, sin miedo a equivocarse, que no habría porqué dado que soy una persona completamente normal.

Y ahora lo vais a ver.

¿Acaso cuando uno dice «sí» o «no»  no significa «sí» o «no»?
¿Para qué voy a andar a estas alturas de la vida diciendo medias verdades (o medias mentiras, según se mire)?
Ni me gusta decir sí cuando sé que es no, ni me gusta decir no para producir luego el efecto sorpresa con el sí.
Que el porqué de mis decisiones sea el adecuado o acertado es otra cuestión. Pero como es el mío, me vale siempre y cuando no afecte a otras personas.

Cada vez socializo menos, síntoma inequívoco de que me hago mayor.
Mayor e inteligente. ¿Para qué estar con gente medio imbécil pudiendo estar con un imbécil entero como soy yo? Encima prestándome el 100% de mi atención, que en la tabla de conversión de una persona normal corresponde a un 60%, porque no doy más de sí. El 40% restante vaya usted a saber dónde se queda. Y como soy imbécil no creo que lo averigüe nunca.
Este razonamiento es de una lógica aplastante, no me digáis que no.

O frío o calor. O sol o lluvia. Odio los entretiempos. Dame siempre -10 ó +30. Que sepa predecir cómo va a ser el día entero. Y sí, prefiero el frío al calor, dónde va a parar. No vivo en Calamocha porque no tengo carnet de conducir. Punto.
Me han preguntado hace unos días en Bilbao que si no usaba ropa de entretiempo, y la respuesta ha sido fácil: «La ropa de entretiempo es esa cazadora de ante que te pones y justo ese día llueve, ¿verdad? No. No uso».

Lo que no me apetece hacer no lo hago por más que socialmente no esté bien visto.
En otros tiempos sería un paria de la sociedad por comportarme así, pero los «otros tiempos» los pasé con sobresaliente en la escuela de Pocholo. Poca gente ha habido más sociable que yo, así que porque ahora no lo sea tanto no pasa nada. Además hay veces que es mejor dejarlo cuando todavía se está arriba que seguir y convertirte en Jesé.
Quién sabe si con el cambio de los tiempos, lo que es ahora reprochable, se convierta en un modelo de comportamiento aceptado e incluso recomendado. Igual estoy siendo la punta de lanza de la modernidad social, y sin necesidad de vestirme como si fuese a un festival de música de agosto.

En 3º de BUP no me levantaba de un examen de matemáticas sin antes estar seguro de que iba a sacar un 10. En COU, si llego a hacer eso, todavía estaría sentado en un pupitre del Sanjo.
Con esto quiero decir que también he pasado por esa etapa en que nos da igual todo. En la que a pesar de tener las cualidades suficientes para hacer bien algo, no lo hacíamos. Y nos daba por dedicarnos a todo menos a lo que de verdad era nuestra obligación.
Eso sí, aunque la superé, la etapa me duró más o menos lo que al pueblo de Israel su vagar por el desierto, día arriba día abajo. Ese tiempo lo aproveché para conocer a toda esa gente que ahora me perdona mi etapa monacal/asceta.

Para terminar, que no quiero alargarme mucho más, como no veo la TV convencional suelo tener de fondo el vídeo de una señora que pasa el aspirador mientras sus perros miran dócilmente el vaivén del cepillo. Es muy relajante y me permite, como ahora mismo, poder escribir sin que nada del 60% de la atención que me presto se pierda de ninguna de las maneras. No estoy, en este instante de mi vida, para algo que no sean kilos.
Vale, esto no es muy habitual, pero tampoco lo es lo que emiten por la televisión, así que lo dejamos en empate.

 

Por lo demás, como el resto. Me gusta la música y el cine, salir con mis amigos a tomar algo de vez en cuando y soy madridista desde la cuna. Con el dinero que gane me gustaría hacer un viaje a la citada Calamocha, y si sobra algo tapar agujeros.
Os dejo, que uno de los perros de la señora del aspirador se ha levantado de su sitio y no se qué va a hacer ahora. Y eso es algo que no me quiero perder dado que es de lo poco emocionante del vídeo.

 

Besos para ellas y un abrazo para los demás.
Se os quiere y lo sabéis.

 

P.D.: en invierno me pongo vídeos de chimeneas, que son más ad-hoc.

(Visto 116 veces)

Comparte este post

Comments (2)

  • Palo Reply

    Yo también me pongo vídeos de chimenea :___)
    Yo no sé lo que es normal y lo que no lo es, pero en estos casos, me gusta decir que no soy común, soy única! Y seguro que tú también.

    18/05/2024 at 2:57 pm
    • Paty Varela Reply

      ¡Eres única, Palo!
      Yo también, y menos mal. Porque si no vaya guerra iba a dar a los de mi alrededor desde que me estoy convirtiendo en un señor mayor enfadado.

      18/05/2024 at 4:23 pm

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

MÁS COLUMNAS