CALIENTA, QUE SALES
Las historias tienen un principio y un final, y así deber ser. Estirarlas en demasía las convierte en aburridas y las hace perder el interés. Así que os diré que, por fin, volví. Y con ello volví a disfrutar de muchas cosas que hacía tiempo, demasiado, no disfrutaba. El bullicio de la calle. El tañido de las campanas a...